Tributo es un libro que va a parte de la saga. Trata sobre Kaye, una chica que viaja más que vive. Ha abandonado la idea de ir a clase porque no es convencional de lo mucho que viaja gracias a la banda de su madre. Ambas vuelven a la ciudad en la que vivían antes de la banda y se alojan en la casa de su abuela.
Ahí, Kaye podía ver unas criaturas que el resto no, por eso todo el mundo decía que eran amigos imaginarios, por lo que acabó creyéndoselo. Pero lo que no sabe es que es capaz de hacer cosas que otros no. Tras escapar de una fiesta a la que su mejor amiga de esa ciudad la había invitado, se encuentra con un hombre extraño en la autopista que había sido herido por una flecha de hierro, por lo que ella le ayuda según sus instrucciones.
Ese misterioso hombre se presenta otro día frente a ella para agradecerle el haberle ayudado y dice que cumplirá cualquier favor que esta le pida, sin esperar lo que ella diría.
Este libro me lo leí después de "La Reina de Nada", aunque se puede leer cuando se quiera, pues es un libro autoconclusivo y no hay un orden en concreto ya que no da spoilers de la trilogía principal. Personalmente, este libro no me gustó mucho ya que me lo leí con unas expectativas altísimas debido al tercer libro de la trilogía. Aún así, no está mal, no me disgustó.
Recomiendo leerlo después del segundo libro, ya que en el tercero le hacen una pequeña mención, aunque nada importante; además, el segundo libro es, en mi opinión, el peor de los tres, por lo que no va a dar la impresión de que el libro es malo, aburrido o "no ha llegado a las expectativas".
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